Reseña: Lo Mejor de Connie Willis I


Lo Mejor de Connie Willis I

Pocas autoras de ciencia ficción se han hecho acreedoras de los premios más importantes de este género con tanta frecuencia y al mismo tiempo parecen pasar más inadvertidas que Connie Willis. Esta autora estadounidense cuenta ya con más de 30 distinciones por sus novelas y cuentos cortos desde que irrumpiera en el campo literario desde mediados de los años 80. De hecho, ha ganado más premios Hugo y Nebula que cualquier otro escritor de ciencia ficción; once y siete, respectivamente. Y hasta el día de hoy sigue siendo una de las mejores y más respetadas autoras de Estados Unidos. Virtualmente todas sus novelas han sido galardonadas con las más altas distinciones. Un logro sobresaliente, pero que ha eclipsado otra de las dimensiones de su pluma donde destaca como una narradora soberbia: el cuento corto. Hace unos años la antología The Winds of Marble Arch and Other Stories reunió casi la totalidad de su obra por primera vez y en español podemos gozar de la misma en dos volúmenes publicados por Nova bajo el título Lo Mejor de Connie Willis, dividida en dos partes debido a la extensión de casi mil páginas de la edición en inglés.

¿Qué es lo que hace tan especial los relatos largos y cortos de esta autora? Bueno, la respuesta que más rápidamente viene a la mente es: todo. Willis desde pequeña fue una lectora voraz, especialista en diferentes áreas sean ciencias duras o blandas, la variedad de sus relatos es inmensa, su pluma destila literatura con L mayúscula, posee un sentido del humor sin par en el género y fuera de él, es una observadora mortífera, una narradora mordaz, las tramas de sus obras son brillantes, sus personajes son entrañables, su erudición es del más alto calibre, su imaginación es fructífera como pocas. En fin, una artista de primera línea.

La presente antología es una muestra potente de todo lo anterior. A poco andar, se hace evidente la variedad temática y de registro presente en sus once relatos. Willis salta con total fluidez desde la comedia al drama, desde el futuro apocalíptico al pasado, desde el misterio a la sátira, tocando muchos de sus temas favoritos: su amor por la Navidad, su peculiar enfoque de la religión, el Blitz, el viaje en el tiempo, el ecologismo y la defensa de los animales, las comedias románticas. Los grandes acontecimientos que vienen de la mano con tales temas son claros en cada una de las narraciones, pero no son los que más interesan a la escritora. La muerte del sol, tormentas de nieve mundiales, experimentos astronómicos, la educación y su evolución, la Segunda Guerra Mundial y otros forman parte de estos cuentos, pero donde realmente Willis apunta es a la ruptura que éstos provocan en las vidas humanas, cómo quiebran las rutinas y exponen lo peor y lo mejor de nosotros. Los verdaderos conflictos de sus relatos pueden encontrarse en las relaciones humanas, en la impermanencia del amor, en el temor de una niña a la pérdida de su virginidad y a la consecuente transformación en mujer, en las custodias familiares, en la paranoia, las dudas existenciales y la angustia generada por el conocimiento de que no se podrá proteger a los hijos para siempre. En esto, Willis es la creadora de una cotidianidad devastadora.

Por fortuna hay mucho humor también. Por ejemplo en Carta de Navidad, un soberbio cuento que mezcla las buenas intenciones de la época en un pueblo de clase media producidas por una supuesta invasión extraterrestre en la vena de la ciencia ficción cinematográfica de los años 50, con una buena dosis de absurdo. La corrección política es uno de los blancos preferidos de la autora como en la narración que cierra esta antología, A Finales del Cretácico, donde las luchas de poder en el departamento de paleontología de una universidad, provocadas por un gurú del nuevo paradigma educativo, se asemeja a la supervivencia de los dinosaurios estudiados en clase; o en Ruido, uno de los relatos más desopilantes donde estudiantes progresistas y diversas organizaciones obligan, a través de cartas mal redactadas, a recortar pasajes ofensivos de Hamlet para evitar ofender a alguien, seguido por un nuevo paroxismo con la llegada de las Feministas por un Lenguaje Justo. Willis demuestra con creces el potencial de la literatura especulativa o de anticipación. Y mucho sentido común. Un relato escalofriante por su similitud con la realidad.

Sin embargo, y siguiendo con la variedad temática, en el otro extremo hay cuentos mucho más duros como Brigada de Incendios, que conecta con su serie Historiadores de Oxford y sus viajes en el tiempo al pasado para descubrir la amarga imposibilidad de cambiar la historia y la aún más amarga necesidad de aceptarla, devotos humanistas con cuchillos en funda de terciopelo mediante; Una Carta de los Cleary, amenazante y pesimista; Daisy, al Sol, un cuento sobre el dolor de crecer conectado inteligentemente con la amenaza del sol, ya un peligro devastador; o Todas mis Hijas Queridas, una historia de abuso sexual en una universidad futura, a partes iguales emotiva y apabullantemente devastadora.

Lo anterior nos obliga a preguntarnos cómo demonios es posible que historias tan diferentes puedan surgir de una misma persona. La respuesta es la abrumadora variedad de recursos y temáticas de Connie Willis. Sus relatos son máquinas perfectamente engrasadas, pulcras, nunca ostentosas, sutiles, de detalles muy cuidados y sobre todo, de un gran cariño por sus personajes y, es necesario decirlo, por la humanidad. Irónicos, cómicos, nostálgicos, son cuentos únicos. Incluso su propia presentación a esta antología – Una Introducción para este Libro o Aquí Están algunas de mis Cosas Favoritas – es una pequeña obra de relojería. Es amena, honesta, divertida y apasionada, sea hablando de Shakespeare, ciencia ficción, Agatha Christie, las comedias alocadas o la biblioteca pública. Una escritora que no tiene nada que envidiar a Ursula K. Le Guin o Margaret Atwood, incluso puede que el caso sea el contrario.

Isaac Civilo B.

Lo Mejor de Connie Willis I
Connie Willis
Nova
2008
368 páginas

Comentarios

Entradas populares