Reseña: El Cantar de los Nibelungos
El Cantar de los Nibelungos



Más de 30 son los manuscritos que han
llegado a nuestros días. Los más antiguos corresponden a los siglos XII y XIII
mientras que los más recientes datan de siglo XVI. Además del hecho que ninguno
de estos presenta la obra completa, existen diferentes agregados o variaciones
formuladas por los copistas medievales que han alterado diversos aspectos de la
obra en términos de métrica, estilo y lengua. Esta edición se basa, de acuerdo
a la clasificación del respetado filólogo alemán Karl Lachamann, en lo que se
conoce como el texto B, por mucho tiempo considerado el más cercano a la
tradición y el menos alterado por copistas u otros intermediarios. Es decir, la
más fiel a la poesía heroica germana con sus marcadas costumbres, las épicas
luchas y victorias, los gestos y los sacrificios heroicos, todo en contraste
con un trasfondo histórico que si bien ha sido alterado a través de sus muchas
versiones, mantiene coherencia respecto de la época en que fue compuesto y
especialmente del espíritu teutón.

Como indica la introducción de esta
hermosa edición, lo realmente importante, más allá de la historia de su
traducción a diferentes idiomas, es sumergirse en la dimensión mitológica y
universal de El Cantar de los Nibelungos.
Es una obra deslumbrante que pocos equivalentes tiene en la historia de la
literatura donde se presentan aquellos temas que han convocado a los seres
humanos desde los albores de la civilización. El amor, el sacrificio, la
amistad, la traición, la venganza y la redención son tópicos que han poblado
las grandes narrativas y aquí ocupan un lugar esencial a través de la historia
de personajes que son los modelos desde los que se han forjado infinidad de
obras de arte hasta nuestros días: la figura del príncipe Sigfrido, heroico y
leal, vencedor del dragón Fafnir en cuya sangre se baña para volver su piel
impenetrable, dueño del tesoro de los Nibelungos, de la espada Balmung y la
capa mágica del enano Alberico; la princesa Crimilda de quien Sigfrido se
enamora; el hermano de ésta, Gúnter, quien conquista a la temible reina de
Islandia, Brunilda, con la ayuda del héroe, engaño que traerá trágicas
consecuencias; y más tarde, el papel del terrible guerrero Hagen que
desencadenará una serie de eventos que parecen predestinados en su grandeza y
en su tragedia, y que ponen de relieve un trasfondo de dimensiones épicas,
mítico y que obedece a una época donde aquellos grandes héroes germanos
caminaban sobre un mundo salvaje y amenazante.
Insistir en la importancia universal
de El Cantar de los Nibelungos es
innecesario. Sin él, innumerables obras artísticas en las más diversas
disciplinas, verdaderos tesoros de la cultura occidental, no habrían visto la
luz del día. Incluso fenómenos populares tan recientes como Canción de Fuego y Hielo (Juego de Tronos) de George R. R. Martin
difícilmente serían los mismos ya que se les privaría de una de sus principales
fuentes. La hermosa edición de Los Versos de Cordelia hace honor a tal
importancia con la soberbia traducción de José Fernandez Bueno, licenciado en
filología Inglesa y filología Alemana, la revisión de la misma de Luis Alberto
de Cuenca, Académico de la Real Academia de la Historia y profesor de
investigación del CSIC, y las evocadoras visualizaciones que acompañan al
poema, extraídas de la obra plástica de pintores e ilustradores alemanes del
siglo XIX de la talla de Julius Schnorr von Carolsfeld (1794-1872), Eduard
Bendemann (1811-1889), Julius Hübner (1806-1882) y Alfred Rethel (1816-1859).
En resumen, un volumen esencial en cualquier biblioteca que se precie de tener
algunas de las obras más elevadas de la literatura universal.
Isaac Civilo B.
El
Cantar de los Nibelungos
Los
Versos de Cordelia
562
páginas
Comentarios
Publicar un comentario