Reseña: Autoridad de Jeff Vandermeer


Autoridad

Jeff Vandermeer se ha destacado como uno de los más interesantes autores de ciencia ficción, fantasía y terror de los últimos años en Estados Unidos, además de ser un notable antólogo que nos ha entregado volúmenes extensos con muy buen material sobre los grandes escritores de dichos géneros. Como creador, se ha granjeado el respeto del público y los especialistas a través de obras extrañas, densas, bautizadas como Weird Fiction, término que él mismo ha insistido en dejar atrás para concentrarse en lo que ha definido como The New Weird. En esta vena, la trilogía Southern Reach se alza como su esfuerzo más profundo, tres volúmenes que han alcanzado fama más allá de su audiencia normal gracias a la muy interesante primera parte, Aniquilación, y a la adaptación cinematográfica, bastante floja.

Aniquilación nos internaba en el Área X a través de la duodécima expedición encabezada por la bióloga, narradora omnipresente a través de cuyos ojos el lector percibía la atmósfera opresiva y la naturaleza prístina de esta zona. Autoridad, la segunda parte, continúa exactamente donde la primera acabó, con el regreso de las integrantes de la expedición. Sin embargo, las similitudes acaban ahí. Este segundo volumen plantea un cambio de enfoque y registro sustantivo respecto de su antecesor. El protagonista es el director de la agencia Southern Reach, John Rodríguez, apodado Control por sus subalternos, quien asume la responsabilidad de descubrir qué ha pasado con las expediciones previas y de trazar algún plan para desarrollar una estrategia que permita a la agencia enfrentarse a un misterio que parece estar cada vez más lejos de desentrañar. En este sentido, Vandermeer abandona casi totalmente los ambientes naturales del Área X, tan bien descritos en el primer volumen, para centrarse en la agencia misma. Es un cambio algo brusco que puede desconcertar a los lectores, pero, por fortuna, el autor estadounidense salva en buena parte este escollo a través de una prosa densa, llena de adjetivos y una caracterización profunda, tanto de la agencia como de los personajes.

Quizás se piense que al trasladar la narración desde el Área X a la agencia, es posible perder la atmósfera agobiante del primer libro. No es así. Si bien la agencia no difiere mucho de cualquier otra, Vandermeer es capaz de desarrollar un ambiente enrarecido, pleno de extrañeza, al interior de sus oficinas, en sus laboratorios, en sus pasillos. Los juegos de poder y las relaciones profesionales quedan en segundo plano ante la acertada caracterización psicológica de Control y de los personajes que lo rodean: la subdirectora Grace, fría y de una dureza casi física; Whitby, uno de los científicos, excéntrico, fantasmal por momentos; y la misma bióloga, quien ha sido encontrada vagando sin rumbo y que ahora es sujeto de confusas entrevistas que dejan entrever el daño causado por su experiencia. Y más allá de la agencia misma, conocemos la niñez de Control, su familia disfuncional, su padre lejano, su madre omnipresente, su abuelo dominante. Todos elementos que el autor conecta con destreza, y sorpresa, alrededor de las nuevas investigaciones sobre las expediciones. Donde Aniquilación era una novela de exteriores, Autoridad es una novela de interiores, físicos y psicológicos.

A medida que la novela avanza, gracias a la investigación, la paranoia se hace más palpable. Las jerarquías al interior de la agencia se ven trastocadas a la par de los muros que la bióloga levanta en las entrevistas, dificultad que Control no puede salvar y que estanca los esfuerzos de la agencia por entender la lógica del Área X. Los conflictos de autoridad se suceden: el roce creciente entre Control y la subdirectora, la relación cada vez más reveladora con su madre y su pasado, y con el Área X misma, una entidad viviente, desconocida, inspiradora de un terror primordial. Hay en esto una veta lingüística y biológica que se vislumbraba ya en el primer volumen y que aumenta en el segundo, aunque el vínculo que une la percepción humana a través del lenguaje con la vida orgánica de esta zona permanece como un misterio, esbozado.

Vandermeer guarda algunos de los mejores pasajes para cerrar la obra. Descripciones espeluznantes, grotescas por momentos, guían al lector de vuelta a los parajes característicos del Aniquilación en lo que se siente más una coda que una conclusión. De hecho, el autor se ha guardado de entregar respuestas a los misterios que ha creado. Si bien, Autoridad se plantea como una novela diferente de Aniquilación, se mantiene en pie de una manera sólida a pesar de un cambio tan drástico en su enfoque y en su ejecución. Gran parte de su solidez se debe a la prosa de Vandermeer y a sus notables caracterizaciones a pesar de que todavía no llega al fondo de sus planteamientos.

Isaac Civilo B.

Autoridad (Trilogía Southern Reach 2)
Jeff Vandermeer
Destino
2014
448 páginas

Comentarios

Entradas populares