Reseña Cine: Glass
Glass


Hay mucha energía y tiempo invertido
en esto, en el afán de probar que existen ideas que conectan todas las partes.
Quizás la mayor de ellas, es la doctora Ellie Staple, la psiquiatra y directora
del Raven Hill Memorial, la institución donde los tres protagonistas están
encerrados, sujetos a diferentes procesos con el fin de convencerlos de que no
son excepcionales y que sus poderes
surgen de algún suceso traumático en sus pasados, en sus padres, en algún golpe
del destino, en algún accidente. Infructuosos son los esfuerzos de la
psiquiatra ya que hay una mente que juega muy por delante de la suya.
Lo que más sufre, por ende, es el
guión. Recargado, excesivo por momentos, éste parece recalcar cada detalle,
cada giro que pueda justificar una trilogía que se fue armando sobre la marcha.
Las costuras que sostienen el entramado de la cinta amenazan con rasgarse en
más de una ocasión, a lo que el director responde remachándolas aún más con
giros inesperados en un recurso que se siente más desesperado y repetitivo que
sorpresivo al punto que el mismo desenlace se percibe falto de ejecución.
Se agradece que Shyamalan opte por
una estética lejana a las cintas de Marvel y DC comics que nos saturan unas
cuantas veces al año. En la propuesta
del director indio, hay algo más de exploración, algo más de existencialismo y
personajes más interesantes, pero en esta tercera parte se quedan algo cortos
para alcanzar el potencial que habían mostrado en El Protegido y Fragmentado.
No es una mala cinta, de hecho está muy por sobre del resto de las películas de
superhéroes, su propuesta es más original, pero tampoco es el cierre
satisfactorio que sus predecesoras adelantaban y acaba por debajo de la solidez
que éstas demostraron.
Isaac Civilo
B.
Glass
M. Night Shyamalan
Estados
Unidos
2019
129
mins.
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