Reseña Cine: Stefan Zweig, Adiós a Europa
Stefan Zweig, Adiós a Europa

Sin embargo, era judío. Y en la Alemania
nazi no tuvo más opción que escapar como tantos otros intelectuales. La
directora Maria Schrader se propuso filmar no la vida de Zweig, quizás
demasiado inmensa, ni tampoco el escape del país teutón, sino los últimos años
de su vida, ya en Brasil, y en constante movimiento entre Sudamérica y Nueva
York.
El exilio del escritor está
estructurado en seis partes. Cada una de ellas de una factura cuidada en
extremo, de encuadres precisos y ajustados tiros de cámara, pero que marcan el
descenso del artista hacia la última consecuencia. Primero el homenaje y los
colores vivos de Río de Janeiro. Después un Buenos Aires tumultuoso donde los
periodistas no aceptarán las respuestas de un Zweig que defiende firmemente su
independencia como artista y mantiene su reticencia a dejarse llevar por la
politiquería sensacionalista, concentrado en las esperanzas y el humanismo, y
recalcando “no escribo desde el odio”.
Posteriormente el autor es rodeado
por el verdor primigenio de Bahía, ya casado con su segunda mujer y secretaria,
homenajeado de nuevo, esta vez por un alcalde que no entiende cómo
desenvolverse, aldeanos ignorantes y una banda musical deplorable. Y desde ahí
a un Nueva York invernal, al reencuentro
con su primera esposa, las hijas de ésta, agobiado por una copiosa
correspondencia plagada de solicitudes de asilo por parte de amigos y
conocidos.
A esta altura, Zweig se considera “muerto ya”. El cambio que se ha
efectuado en su interior no tiene vuelta atrás. La debilidad lo antecede y
mientras más luminosos son los ambientes de Petrópolis, su última escala, más
lúgubre parece ser su alma. Ya no hay rumbo que seguir. Aquí el título alemán
de la cinta – Antes del Amanecer –
establece claramente ya aquella larga noche en la que el artista se ha
zambullido por decisión propia y cuyas posibilidades de emerger son inexistentes.
El plano final de nueve minutos
expande el destino aciago que parecía esperar con paciencia a Stefan Zweig y a
su esposa. Éste funciona como un perfecto colofón y al mismo tiempo representa
un logro técnico de una precisión tal – filmado a través del reflejo de un
espejo – que parece desdoblar la vida del mismo protagonista y su larga cadena
de experiencias vitales. Un momento final formidable para una cinta que es una
pequeña joya.
Isaac Civilo B.
Stefan
Zweig, Adiós a Europa (Vor der Morgenröte)
María
Schrader
2016
106
mins.
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