Reseña: La Ciudad y La Ciudad de China Mieville
La Ciudad y la Ciudad
«Si Philip K. Dick y Raymond Chandler tuvieran un hijo criado por Franz Kafka, escribiría algo parecido a La ciudad y la ciudad .»
Los Angeles Times

Después de la quiebra de la editorial
española La Factoría de Ideas,
antigua poseedora de los derechos de publicación de Mieville, otro sello español,
la editorial Nova se ha encargado de recuperar gran parte de su catálogo y
devolverlo a las librerías en hermosas ediciones de tapa dura. La Trilogía de Crobuzón o Bas-Lag – La Estación de la
Calle Perdido, La Cicatriz y El Consejo de Hierro –, La Ciudad y la Ciudad y Los Últimos Días de la Nueva París son
las novelas publicadas hasta el momento, con la antología Looking for Jake ya anunciada para este año. Todas obras
fundamentales donde convergen los mejores elementos de los géneros mencionados
sin desmerecer la originalidad del autor.
La
Ciudad y la Ciudad, publicada originalmente el año 2009, es una de las novelas
más apreciadas de su catálogo, una obra que, de cierta manera, significó una
exploración de nuevos terrenos literarios. La historia se desarrolla en dos
ciudades-estado gemelas ficticias, Besźel y Ul Qoma, localidades que traen a la
mente los Balcanes de comienzos de los 90 junto con sus conflictos políticos,
sociales y culturales, sus grupos de nacionalistas y unionistas, y la tensión
constante palpable especialmente cerca de la frontera – más psicológica que
física. Tensión no solamente existente debido a la fricción de ambas ciudades
sino a la existencia, casi mítica, de una tercera ciudad en medio de ambas; un
cuento urbano para algunos, una presencia amenazadora para otros, aunque no tan
inquietante como La Brecha, un poder
secreto de tintes testamentarios, cuyo origen es desconocido, pero que no duda
actuar ante cualquier evento percibido como una transgresión entre una ciudad y
otra a fin de evitar una escalada armada. Aquellos absorbidos por La Brecha nunca más son vistos.

Como es su costumbre, Mieville emplea
un notable poder de fabulación en la construcción de sus mundos. En este caso el
nivel de detalle en la descripción de ambas ciudades-estado es notable. Cada
calle, parque y club que el autor describe aparece ante nuestros ojos casi como
un recuerdo de un lugar que hemos visitado más que como una localidad
inexistente y nueva. En esto, brilla el conocimiento erudito de Mieville sobre
la arquitectura – una de sus pasiones. Los recovecos, los arcos y demases estructuras
adquieren una textura casi gótica en su complejidad aunque su historia está más
allá de lo que el lector pueda entrever. Los mundos del escritor siempre son
lugares que se pierden en las tinieblas de la historia. Sus orígenes jamás
serán conocidos, sus tradiciones y costumbres hunden sus raíces en territorios
sepultados por los siglos. Hay una pátina mitológica casi incansable en ello. Incluso
el mito de una tercera ciudad, Orciny, aparece una y otra vez como un fantasma
de una antigua civilización, muy avanzada.
Hay también una veta lingüística que
recorre la obra. A través de los capítulos descubrimos los incontables matices
de los idiomas y dialectos de ambas ciudades, matices que se relacionan con la
acentuación, las tonalidades, las propiedades de cada idioma y cómo estos
pequeños detalles influyen en la percepción humana de la realidad particular a Besźel
y Ul Qoma. Más allá, incluso, del lenguaje hablado y escrito, existen el desoír
y el desver como mecanismos inconscientes, lenguajes enterrados en las
profundidades de las psiques de los ciudadanos, que les permiten olvidar o
borrar personas o aspectos de la ciudad vecina que han vislumbrado por
accidente. Y si a esto le sumamos las especulaciones geopolíticas tan
recurrentes en la obra del escritor inglés, el resultado es un entramado de
inmensa complejidad que usa como el cimiento sólido donde construir una
historia llena de giros y sorpresas, como en la mejor tradición del Noir. Incluso su prosa, imaginativa y
descriptiva, es restringida para lograr plasmar un trabajo que se asemeja a la
mejor novela negra.

Isaac Civilo B.
La
Ciudad y la Ciudad
China
Mieville
Nova
2018
400
páginas
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