Reseña Cine: Mula de Clint Eastwood
Mula

Sin lugar donde ir, Stone acepta un
trabajo como transportista que le ofrecen unos chicos mexicanos. El dinero que
recibe a cambio de transportar la droga a diferentes ciudades es de tal
magnitud que puede comprar una nueva camioneta, recuperar su casa y su
criadero, financiar parte de la boda de su nieta, y hasta salvar de la quiebra a
algunos de los negocios de sus amigos. Hay tensión en las entregas de Stone, La Mula. No se amedrenta frente a
mexicanos tatuados y a medida que los encargos aumentan en millones, Stone se
acerca cada vez más a los carteles y a la policía. Esta tensión está
equilibrada exquisitamente con la comedia, cuyos momentos abundan a lo largo
del metraje.
En paralelo, el agente de la DEA
Colin Bates (Bradley Cooper) y su ayudante (Michael Peña) atrapan a un
traficante y lo obligan a ser un doble agente. Éste provee a Bates de
información esencial que le permite comenzar a planear una operación de alto
calibre. Los caminos de Bates y Stone están destinados a encontrarse. Buena
parte del metraje se centra en las entregas de La Mula y los planes del agente, y cómo ambos avanzan lentamente
hacia una confrontación final.
Sin embargo, nada de esto es lo esencial.
Lo medular es la conciencia culposa de Earl Stone, los intentos por regresar a
su familia y redimir su pasado. En esto, Stone es el arquetipo más clásico del
cine de Clint Eastwood: aquel hombre derrotado, golpeado por el destino, que
busca esa segunda oportunidad a fin de alcanzar dicha redención. Este
sacrificio final es de una entereza totalmente personal, de gestos íntimos,
nunca públicos. En esta épica personal es donde Eastwood ha producido su mejor
cine. Está en La Venganza del Muerto,
en Un Mundo Perfecto, en Million Dollar Baby, en Golpe de Efecto, en Gran Torino, oblicuamente en Sully
y en tantas otras.

Isaac Civilo B.
La
Mula
Clint
Eastwood
Estados
Unidos
2019
116
mins.
Comentarios
Publicar un comentario