Reseña Cine: Mula de Clint Eastwood


Mula

A los 80 años, Earl Stone (Clint Eastwood) vuelve a ganar el premio local a las flores más hermosas – los lirios, símbolos de juventud – y al mejor horticultor del área. Diez años después, su negocio ha quebrado, su casa y su criadero han sido embargados y no tiene lugar donde ir. La causa: la distribución de flores a través de internet. Es un contraste bastante singular, pero no mucho comparado con su historia familiar. Stone ha recorrido 41 de los 50 estados de su país debido a su trabajo y también a las fiestas, la juerga y los amigos. Su familia es la que ha sufrido tal rutina. Su esposa lo recrimina cuando tiene ocasión, su hija no perdona todas sus carencias y su nieta es la única que guarda un poco de cariño hacia ese padre y marido terrible.

Sin lugar donde ir, Stone acepta un trabajo como transportista que le ofrecen unos chicos mexicanos. El dinero que recibe a cambio de transportar la droga a diferentes ciudades es de tal magnitud que puede comprar una nueva camioneta, recuperar su casa y su criadero, financiar parte de la boda de su nieta, y hasta salvar de la quiebra a algunos de los negocios de sus amigos. Hay tensión en las entregas de Stone, La Mula. No se amedrenta frente a mexicanos tatuados y a medida que los encargos aumentan en millones, Stone se acerca cada vez más a los carteles y a la policía. Esta tensión está equilibrada exquisitamente con la comedia, cuyos momentos abundan a lo largo del metraje.


En paralelo, el agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper) y su ayudante (Michael Peña) atrapan a un traficante y lo obligan a ser un doble agente. Éste provee a Bates de información esencial que le permite comenzar a planear una operación de alto calibre. Los caminos de Bates y Stone están destinados a encontrarse. Buena parte del metraje se centra en las entregas de La Mula y los planes del agente, y cómo ambos avanzan lentamente hacia una confrontación final.

Sin embargo, nada de esto es lo esencial. Lo medular es la conciencia culposa de Earl Stone, los intentos por regresar a su familia y redimir su pasado. En esto, Stone es el arquetipo más clásico del cine de Clint Eastwood: aquel hombre derrotado, golpeado por el destino, que busca esa segunda oportunidad a fin de alcanzar dicha redención. Este sacrificio final es de una entereza totalmente personal, de gestos íntimos, nunca públicos. En esta épica personal es donde Eastwood ha producido su mejor cine. Está en La Venganza del Muerto, en Un Mundo Perfecto, en Million Dollar Baby, en Golpe de Efecto, en Gran Torino, oblicuamente en Sully y en tantas otras.

La Mula se mueve por el mismo territorio y a la misma altura. Es una cinta de cine clásico, del que Eastwood es uno de sus últimos representantes. Es decir, de un ritmo pausado, pero firme; del encuadro cuidadoso para poder expresar todo aquello que no se dice, pero que existe; de la sobriedad para no atiborrar una película de las tragedias que se encuentran mejor en los bordes del relato y por ello más potentes. De cine en estado puro, de ejecución soberbia y pulso narrativo seguro.  ¿Y los Oscar? A los casi 90 años, Clint Eastwood está mucho más allá de cualquier premio.

Isaac Civilo B.

La Mula
Clint Eastwood
Estados Unidos
2019
116 mins.

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