Reseña: El Mundo Invisible de Hayao Miyazaki


El Mundo Invisible de Hayao Miyazaki

“Sin duda, la fantasía no es otra cosa que un modo de memoria emancipado del orden del tiempo y el espacio.”

Samuel Taylor Coleridge

A estas alturas, hablar de la importancia de Hayao Miyazaki en el mundo de la animación y el cine es, de cierta manera, innecesario. El creador de Totoro, Porco Rosso, Mononoke y Nausicaä tiene un sitial ganado en la posteridad. Ahora, cerca ya de cumplir los 80 años y con una nueva cinta a estrenar en 2020, parece un buen momento para mirar atrás y adentrarse en un análisis histórico y temático sobre su obra. El Mundo Invisible de Hayao Miyazaki de la especialista en manga, anime y cultura japonesa, Laura Montero Plata, es probablemente el volumen más completo publicado hasta la fecha en español sobre la obra del artista, y una guía imprescindible para adentrarse en el complejo entramado de su trabajo, situarlo en el contexto histórico preciso, descubrir sus motivaciones e influencias.

El libro se divide en cinco capítulos que se adentran en aspectos fundamentales que componen el viaje de Miyazaki desde sus comienzos como ilustrador hasta estos días en que sus cintas se han vuelto motivos de investigación alrededor del mundo. El primer capítulo – Huellas del Pasado: Historia del Anime – es un acabado estudio del contexto histórico y cultural de la animación en Japón. Éste no solamente se enfoca en el estudio Ghibli sino en numerosas otras compañías de animación cuyas propuestas difieren en temática, estilo y público objetivo, pero que tienen una relevancia e interés significativo. Aquí es donde Miyazaki da sus primeros pasos como ayudante de animación y conoce a quienes serán algunos de sus más cercanos colaboradores, fundadores posteriormente de Estudio Ghibli. Desde el comienzo, es interesante notar como la visión artística de Miyazaki ya se diferencia de las propuestas de sus contemporáneos. Su tono y sus referentes discurren por una vía disímil a los trabajos más realistas y oscuros de estudios como Madhouse e I. G. Productions. La autora realiza un completo repaso por la obra de los animadores de estos estudios, y otros, a fin de contextualizar la evolución de la animación en Japón.

Las Costuras de la Fantasía, Referentes y Homenajes es el segundo capítulo. Es un muy detallado recorrido por los referentes de Miyazaki y los homenajes que realiza en su obra: Ovidio, Homero, William Shakespeare, Jonathan Swift, Robert Louis Stevenson, Lewis Carroll, Julio Verne, Antoine de Saint-Exupéry, Diana Wynne, Frank Herbert, Ursula K. Le Guin, Jones Kenji Miyazawa sobresalen entre el resto de los escritores y artistas en quienes el director se ha apoyado y cuyos conceptos ha incluido en sus películas. Además, también se explican cómo los intereses personales de Miyazaki forman motivos recurrentes en su trabajo. Las leyendas japonesas y su amor por la aviación destacan como ideas que vuelven una y otra vez a su animación.

Visualmente, las más grandes influencias de Miyazaki han sido los diseños de Yasuji Mori, uno de sus mentores, y Yasuo Ótsuka aunque más allá de su tierra encontraría en La Reina de las Nieves (1957) de Lev Atamanov y The Curious Adventures of Mr. Wonderbird (1952) de Paul Grimault dos obras que serían fundamentales a la hora de desarrollar su estilo. Frédérick Back, director de animación canadiense, es referenciado por Miyazaki como el pináculo de las animaciones de Disney, en especial su estética de representación de la naturaleza además de muchos temas en común los trabajos de ambos tales como la defensa del medioambiente y la concientización de las nuevas generaciones respecto de su entorno. Esto es especialmente cierto en su hermoso The Man Who Planted Trees que Miyazaki ha alabado en más de una ocasión.

Tan importante como los artistas visuales es el escritor japonés Natsume Sóseki cuyas obras impactaron a Miyazaki. Una de las pinturas preferidas del escritor, Ofelia de John Everett Millais, que Miyazaki contemplara en Londres, lo impresionó de tal forma que el director decidió cambiar el modo de representación que caracterizó su trabajo de los últimos 25 años en favor de la simpleza que puede apreciarse en sus cintas a partir de Ponyo en el Acantilado.

El gigante cinematográfico Akira Kurosawa, admirador de Miyazaki, también fue una gran influencia a través de cintas como Ran o La Fortaleza Escondida en la fluidez de los movimientos y la imagen. Sin embargo, la naturaleza misma de su Japón natal ha sido la principal influencia en su estética además del elemento conciliador entre el Japón que Miyazaki despreciaba - bélico, despiadado - y aquel antiguo país - sabio, profundo - que se remontaba a través de los siglos a un pasado remoto, parte de una cultura incluso más extensa. De aquí su imaginación vasta y el universalismo de su propuesta teórica y técnica, plagada de un sinnúmero de referentes.

El tercer capítulo – La Reformulación del Folclore – se centra en la importancia del folclore japonés en la obra de Miyazaki. Una de los más interesantes, esta sección aborda la preocupación del artista por la tradición y la cultura de su pueblo, su potencial pérdida y su recuperación. En esto, el director se muestra tajante respecto de la identidad y la necesaria transmisión y preservación de la tradición de cada país, amenazada hoy por la abolición de las fronteras. En su opinión, los pueblos que olviden su herencia desaparecerán.

De esto se desprende el rescate de la tradición japonesa en sus obras. Si bien, el análisis que presenta el volumen es exhaustivo, también reconoce la imposibilidad de desentrañar en su totalidad el denso entramado de los trabajos de Miyazaki donde las tradiciones japonesas, sus cuentos y mitos, se mezclan de tal manera que parecieran ser uno solo. Esto lleva a una cuasi reformulación de la tradición misma, proceso que alcanza su cénit en El Viaje de Chihiro. Es notable la copiosa documentación a la que recurre Laura Montero Plata a fin de decodificar muchísimas figuras y criaturas de las cintas de Miyazaki. Sin duda, este capítulo es esencial si se desean conocer los simbolismos, sus raíces y los significados de muchos seres y lugares de las cintas del artista, figuras que, en muchas oportunidades, tendemos a apreciar desde la distancia del desconocimiento.

Probablemente el capítulo más interesante, el cuarto, titulado La Problemática de la Personalidad, comienza con la definición del cuento maravilloso, una necesaria introducción para entender la esencia del medio principal al que recurre el director a fin de plasmar su visión. Posteriormente, se analizan las estructuras y los personajes de las cintas de Miyazaki apoyándose en las teorías de Vladimir Propp - desde el Estructuralismo -, Joseph Campbell - desde el psicoanálisis -, y del profesor, y discípulo de este último, Christopher Vogler. Aquí se repasan los diferentes arquetipos y se analiza cuán aplicables son al universo de Miyazaki. Si bien ninguno de estos enfoques es absoluto a la hora de explicar la estructura argumental, arrojan luces que iluminan los arquetipos recurrentes en su obra al igual que la estructura del mundo donde se desenvuelven, cómo el mundo ordinario y el mundo especial sufren una fusión en sus películas y el tránsito de uno al otro, tan marcado en muchos relatos universales, fluye de manera más sutil. Esclarecedores son los numerosos diagramas incorporados en este apartado como aquel sobre  El Viaje del Héroe de Joseph Campbell en su estructura cíclica.


Además también se analizan dos modelos narrativos - funciones versus personajes y caracteres versus funciones - desde una perspectiva Aristotélica y especialmente desde la perspectiva del lingüista e investigador francés Algirdas Julien Greimas, la más aplicable a las películas del director japonés a través de sus tres ejes agrupadores de funciones y que, según explica Laura Montero Plata, es la más apropiada a la hora de explicar la narrativa que Miyazaki desarrolla en la vasta mayoría de su obra. A esto sigue la aplicación de los modelos nombrados en sus cintas a través de los temas y estructuras recurrentes en la obra del fundador de Studio Ghibli: El Camino del Héroe, la desaparición, el límite entre el mundo real y el fantástico, la maldición y su conexión con el doble.

El último capítulo titulado Flujos Narrativos: Autorreferencias Biográficas, Narrativas y Gráficas traza la evolución profesional del ilustrador y estudia la forma en que sus trabajos se realimentan entre sí, cómo surgen conceptos, arquetipos y referentes que posteriormente serán desarrollados en profundidad con el correr de las décadas. Es de particular interés la incorporación en el análisis de algunas cintas y cortos inéditos en Occidente o que solamente se encuentran disponibles en el Museo Ghibli para el que Miyazaki y sus colaboradores han animado obras de corta duración y que son de exclusiva exhibición ahí. El recorrido de este capítulo es cronológico y permite entender el desarrollo de aquellos temas que han poblado el imaginario de Hayao Miyazaki: el mundo postapocalíptico, el steampunk, la configuración de los universos fantásticos, el hombre versus la naturaleza, la guerra, la pasión de volar, los cerdos antropomorfos, las máquinas voladoras, la preservación del medio ambiente, el poder de los hechizos, la aparición de lo sobrenatural en el mundo cotidiano, entre otros. De particular significancia es el apartado que toca las etapas del universo de la obra del director, una especie de cronología donde cada una de sus películas y cortos ocupan un lugar específico en el desarrollo de un único mundo, pero en etapas distintas. Si bien ésta es una teoría, no sería sorpresa que después de algunos años, Hayao Miyazaki revele la verdadera esencia de su creación e indique que todos sus trabajos son parte de una creación singular, la evolución de un mundo particular cuyo desarrollo ha narrado a través de las décadas. Una idea portentosa.


La presentación de este volumen, sus muy cuidadas ilustraciones y bosquejos – no solamente de estudio Ghibli –, su exhaustiva documentación y la erudición de sus análisis y propuestas lo convierten en un trabajo esencial a la hora de acercarse al universo de Hayao Miyazaki, un universo que parece nunca ser estático, por el contrario, continúa expandiéndose por sí solo, gracias a sus conexiones, a sus símbolos y a la constante retroalimentación entre cada una de sus obras. Un trabajo enriquecedor que esperamos algún día pueda ser actualizado con las obras de estudio Ghibli posteriores al año 2014 a fin de continuar descubriendo aquellos mundos invisibles.

Isaac Civilo B.

El Mundo Invisible de Hayao Miyazaki
Laura Montero Plata
Dolmen Libros
2016
272 páginas


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