Reseña: Cuentos Completos de Edgar Allan Poe


Edgar Allan Poe: Cuentos Completos

Durante ya varios años, la editorial Páginas de Espuma se ha dedicado a publicar hermosos volúmenes con las obras completas de clásicos universales. De esta manera, han llegado al público las obras de Fiodor Dostoievski, Antón Chejov, Robert Louis Stevenson, Henry James, Gustave Flaubert, Miguel de Unamuno, Bram Stoker, Edith Wharton, Honoré de Balzac y Guy de Maupassant, entre otros. Y sin duda, dentro de tan ilustre panteón, el volumen único dedicado a los cuentos completos de Edgar Allan Poe es uno de los más apreciados.

Las virtudes de esta edición son muchas. La primera que es digna de mención es el haber mantenido la traducción de Julio Cortázar en la totalidad de los cuentos. Sin desmerecer el excelente trabajo de otros traductores, la tarea que tomó al escritor argentino un par de años se convertido en la traducción canónica de la obra del autor de Baltimore. Así como la traducción de los trabajos de Poe hecha por Charles Baudelaire es considerada uno de los grandes momentos de la literatura francesa, la traducción del autor de Rayuela merece también ser considerada como una de las cumbres más altas de la literatura en español. Sí, Cortázar era un traductor de excelencia, pero además conocía profundamente la obra de Poe, sentía un amor indesmentible por ella, complementado por la habilidad del argentino al mantener en nuestro idioma la orfebrería, las equivalencias lingüísticas y el estilo de los textos originales.

Esta edición además cuenta con un prefacio de Fernando Iwasaki y Jorge Volpi – responsables del volumen –, prefacios de Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa, y, por si esto fuera poco, un ensayo del mismo Cortázar titulado Vida de Edgar Allan Poe, donde repasa la existencia del autor de El Cuervo, sus fuentes, sus principios, el infortunio que lo persiguió durante gran parte de su vida y la forma en que transformó sus experiencias en los fantasmas y pesadillas que pueblan sus páginas. Cortázar también realiza una defensa notable de la literatura fantástica donde él mismo junto a algunos de sus compatriotas como Borges, Bioy Casares o Liliana Bodoc han entregado obras del más alto nivel literario. Cada historia cuenta con presentaciones de diversos autores de habla hispana. Algunos más interesantes que otros, éstas demuestran cómo la influencia de Poe ha atravesado siglos y lenguas.

Otra de las características de la traducción de Cortázar, también respetado en esta edición, es el orden de los cuentos. Agrupados según temáticas, ésta permite reconocer todos los aspectos de la obra del escritor norteamericano. Si bien, Poe es reconocido universalmente por un par de docenas de cuentos oscuros, que cambiaron el rumbo de la literatura moderna, la organización de esta antología permite apreciar otros trabajos, menores y bastante menos conocidos, pero que revelan cómo el autor se interesaba por una amplia gama de temáticas. Una de las más notables es su veta científica a través de cuentos como Revelación Mesmérica, El Poder de las Palabras y La Conversación de Eiros y Charmión y la forma en que se adelantó ochenta años, con escasa documentación pero con penetrante intuición, a la teoría del Big Bang. Si bien disponía y estaba informado sobre los trabajos de Kepler y Newton, pudo vislumbrar, en una demostración visionaria de imaginación, lo que la ciencia formal alcanzaría casi un siglo después.


No es sorpresa tampoco que Poe haya creado unos cuantos géneros literarios que llegarían a consolidarse casi cien años después de su muerte. Por ejemplo, inventó la ciencia ficción apocalíptica, e incluso el subgénero de muertos vivientes a través de La Verdad sobre el Caso del Señor Valdemar, y quizás hasta la ciencia ficción a secas con La Incomparable Aventura de un tal Hans Pfall y su viaje a la luna – treinta años antes que Julio Verne – y otros relatos mucho más cercanos que las novelas de Mary Shelley a lo que dicho género alcanzaría en el siglo XX. De la misma forma, crearía el género policial con relatos tan canónicos como Los Asesinatos de la Calle Rue Morgue o su continuación, El Misterio de Marie Roget. Dupin se convertiría en el primer detective de la historia y desde entonces virtualmente todos quienes le siguieron tomarían al menos alguna característica de sus narraciones. Muchos escritores quedarían en deuda durante las décadas siguientes con el autor de Baltimore: Julio Verne y H. G. Wells y los primeros pasos de una ciencia ficción más formal, Mark Twain y Ambrose Bierce en el humor negro y la sátira, Oscar Wilde y la burla de la obsesión estadounidense por la tecnología. Lo anterior sin nombrar su muy extensa obra ensayística sobre literatura y poesía.

A lo largo de sus casi mil páginas, también se exploran algunos aspectos autobiográficos algo más desconocidos. Conversación con una Momia revela a un Poe más jovial, lejano a la oscuridad que se atribuye a cada rincón de su vida, usando un humor delicioso con el que parece burlarse de aquella fama de escritor atormentado. También hay cuentos donde sus ideas giran en torno a las posibilidades del desarrollo tecnológico con una positividad sorprendente – aunque siempre dejando espacio al humor negro – y a la diatriba política y los afilados dardos que lanza contra la democracia y su modelo. Una vez más, su imaginación y su penetrante inteligencia se adelantaron siglos a la crisis de la democracia actual en el mundo.


De la misma manera, es necesario recalcar que no todo es fantasía u horror en sus creaciones. También hay un puñado de historias que demuestran el gran amor del escritor por los paisajes agrestes y los jardines que disfrutaba en sus viajes y durante sus largas caminatas a través de los campos estadounidenses. No son pocas las historias donde su estilo descriptivo gira desde las catacumbas y lo pesadillesco hacia la armonía y la luminosidad de los cielos abiertos, la majestuosidad de las montañas y los lagos, y la belleza de los árboles y la fauna. Estos son, sin duda, trabajos menos conocidos cuando se los compara con aquellos relatos más clásicos, pero de ninguna manera son trabajos menores y revelan un aspecto de su personalidad y de su obra que ha tendido a ser ensombrecido por una labor editorial algo parcial a través de las décadas.

Su interés en el ensayo y en el análisis de diferentes disciplinas artísticas también se filtra en muchos de sus relatos cortos. Muchas son las páginas donde Poe acomoda sus concepciones sobre su filosofía del arte en general y más específicamente sobre la naturaleza de la belleza en la música, la poesía, la pintura y los mismos jardines. Por momentos la narrativa da paso a la teoría sobre lo que el arte debería ser, sobre sus requerimientos y metas. El cuento a menudo se vuelve uno con el ensayo y los resultados son de una profundidad y una belleza admirable, como el hermoso La Isla del Hada. La antología acaba con una sucesión de cuentos donde el Poe más gracioso sale a flote, como para desmitificar aún más la figura de autor maldito y dejar en la memoria de sus lectores un recuerdo más ecuánime sobre su vida. El mejor de todos estos relatos satíricos: Autobiografía Literaria de Thingum Bob, Esq., un relato desopilante que demuestra cuán fácil era para el norteamericano moverse entre diferentes registros sin perder un ápice de agudeza y genialidad.

Por supuesto, no todos los relatos que Poe escribiera en vida son igualmente geniales. También hay obras consideradas algo menores y que el tiempo casi ha olvidado, pero que siguen siendo piezas interesantes y contribuyen a un mayor entendimiento sobre la evolución de su prosa como de la amplitud temática de su obra. Son los escalones que necesitaba subir para llegar a producir cuentos universales como El Pozo y el Péndulo, El Gato Negro, El Corazón Delator, La Máscara de la Muerte Roja, Ligeia, La Caída de la Casa Usher, El Tonel de Amontillado, Un Descenso al Maelstrom y un puñado de historias que por sí solas le valieron la inmortalidad. Entre todas ellas posiblemente ni siquiera alcanzan las 500 páginas, lo que sólo viene a ratificar que la genialidad de Poe no dependía de la cantidad. Su esencia ya estaba destilada para la posteridad. Este volumen de Páginas de Espuma – quizás la edición definitiva en español de los cuentos completos de Edgar Allan Poe – no podría ser una mejor forma de redescubrir dicha esencia y el genio que después de casi dos siglos sigue intacto.

Isaac Civilo B.

Edgar Allan Poe: Cuentos Completos – Edición Comentada
Edgar Allan Poe
Páginas de Espuma
964 páginas

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