Reseña: La Compañía Negra de Glen Cook
La Compañía Negra – La Primera
Crónica

Recientemente, y gracias a la alta
demanda por este tipo de historias producto del éxito de la serie de HBO,
diferentes canales y servicios de streaming
han comenzado a producir series propias, rescatando obras clásicas de fantasía
y ciencia ficción. Su consecuencia: la publicación de estas mismas obras en
nuevas ediciones e incluso traducciones. Sin duda, y más allá de la calidad de
las series que inspiran – no siempre de lo mejor –, recuperar trabajos que hace
décadas no veían la luz en español es el mejor efecto del fenómeno televisivo
imperante. La más reciente de estas series es la notable La Compañía Negra que llega a las librerías gracias a la editorial
Montena en vistas a la serie de televisión próxima. Los dos primeros volúmenes
de la trilogía inicial ya han sido publicados y el tercero llegará en
septiembre.
Referente indiscutible de la más
violenta fantasía épica, la serie original se compone de diez novelas que
narran diferentes crónicas de la compañía. Escritas entre los años 1984 y 2000,
la saga ha sido recientemente expandida por el autor a través de un nuevo
volumen y se espera la aparición de la novela que cerrará definitivamente el
arco de la historia. La primera novela abre con la Compañía Negra en medio de
sus labores de pacificación en una guerra civil. No hay largas introducciones
ni presentaciones. Cook nos introduce de lleno en el conflicto. Desde el
comienzo, el autor demuestra una capacidad imaginativa sin parangón en la
fantasía, e inmediatamente demuestra también su descreimiento ante los tropos
más convencionales del mismo género, su prosa corrosiva que hace décadas abrió
nuevos caminos para los escritores interesados en explorar una estética
diferente.
La compañía, de cuatro siglos de
antigüedad, está compuesta por mercenarios de élite y un puñado de brujos que
se las han arreglado para ser contratados durante diferentes misiones y obtener
su sustento. En las primeras páginas, sus integrantes recorren pueblos cubiertos
de cadáveres y animales carroñeros, se desenvuelven en la guerra civil en
curso, enfrentan a una criatura sobrenatural, sangrienta, de astucia
sobrehumana y más allá de cualquier posibilidad de ser vencida. Y cuando las
cosas salen torcidas, sellan un dudoso trato con un emisario del Norte, El
Cazador de Almas, una suerte de semidiós, perteneciente a una antigua orden de
guerreros enterrados, bajo las órdenes de la misteriosa Dama. La Compañía Negra
es alistada, sin saberlo, para un antiguo imperio, el más malvado del que se
tenga memoria. Sólo entonces es cuando las dimensiones de la narrativa de Cook
comienzan a ser vislumbradas. Todo lo anterior ocurre en meras cincuenta
páginas y es una demostración de musculatura narrativa algo inusual en la
fantasía. La precisión y la economía de la prosa de Cook tienen pocos rivales.
Lo que sigue es el largo relato de
Matasanos, el médico de la Compañía. Encargado de su salud y de la redacción de
sus Anales, Matasanos las oficia de narrador de su periplo y a través de sus
ojos el lector puede adentrarse en los recovecos del mundo creado por el
escritor norteamericano. Mucho hay aquí de la experiencia de Glen Cook en la
Guerra de Vietnam, sus vivencias y el profundo conocimiento del día a día de un
ejército, las temperaturas que debe soportar, el hambre, el cansancio, las
tensiones, la fatiga y el hastío. Quizás más que ninguna otra saga fantástica
escrita, ésta es la serie que pone a la fantasía a la altura del hombre común y
corriente, sin aspavientos, sin grandeza, sólo la aspereza del paso de las
horas.
La Compañía Negra llega al norte. Hay
crueles semidioses, Tomados, bajo el
mando de La Dama. Uno de estos los apadrina. No hay palacios, príncipes,
princesas ni reyes. La acción se desarrolla en pueblos arrasados, en el
descampado, en el barro y el humo, y entre pilas de muertos. Campaña tras
campaña, sus integrantes ganan en caracterización, aunque ésta sea sombría,
dejando entrever el lado más humano de personajes que se han unido a la
compañía para escapar de los errores de su pasado y de situaciones que no
desean confesar. Ésta es querida y respetada por sus integrantes. Es el escape que
tanto ansían como también una oportunidad de un nuevo comienzo. No hay cinismo
por parte de sus miembros respecto de la naturaleza de sus vidas y sus
misiones. Tampoco hay cuestionamientos. La vida se debe a la Compañía, sin
importar la crueldad a la que deban recurrir.
A medida que la historia avanza, Glen
Cook es capaz de construir un mundo de gran profundidad. Tanto en las batallas
como en la camaradería de los mercenarios, el autor prodiga detalles con una
prosa rápida, concisa, que no hace sino aumentar el sentido de maravilla del
lector sin perder la dinámica de la narrativa. Hay intrigas y vueltas de tuerca
por doquier, traiciones y secretos. Los Tomados
comienzan a revelarse poco a poco y por sobre ellos La Dama comienza a tomar forma
en las mentes de los mercenarios y del lector. La mitología creada por Glen
Cook comienza a vislumbrarse. En la mejor tradición griega, estos semidioses se
ven envueltos en los incesantes giros de la historia. No todos son lo que
parecen. No siempre revelan sus intereses y nunca pierden su ambigüedad. Y por
sobre todo ello, hay una tragedia antigua e inmensa que regresa desde la
penumbra de un pasado casi olvidado.
Las campañas que son el centro de la
última parte de la novela nos son descritas con un estilo más realista del que
solemos encontrar en la fantasía. No hay un narrador omnisciente que grafica
los movimientos de los ejércitos y sus estrategias. A través de Matasanos, Cook
introduce al lector en la batalla misma. Nunca vemos más de lo que el narrador
ve, nunca sabemos más que él o escuchamos algo diferente. Lo que cuenta aquí es
el realismo que imprimen las vivencias y las reacciones del soldado, su
confusión y su sorpresa. Y sin embargo, el autor nunca pierde de vista lo
esencial: los personajes, a los miembros de la Compañía Negra y aquel extraño código
de honor al que se aferran y que les permite sobrevivir a infinitas jornadas de
sangre y muerte, de dolor y pérdida, como lo es la batalla que cierra este
volumen y sus emotivas, aunque contenidas últimas escenas.

Isaac Civilo B.
La Compañía
Negra
Glen Cook
Montena
384 páginas
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