Reseña: Broken Stars editada por Ken Liu
Broken Stars
Ken Liu se ha transformado en uno de
los puntales de la nueva ola de ciencia ficción china que parece haberse tomado
gran parte de la escena durante los últimos años. Después del éxito de Cixin
Liu y su Trilogía de los Tres Cuerpos
– también llamada Recuerdos del Pasado
Terrestre –, y del salto de Ted Chiang desde autor de culto a autor
mundialmente conocido gracias a la estupenda adaptación de su narración corta La Historia de tu Vida en la cinta Arrival por parte del director canadiense
Denis Villeneuve, las publicaciones de otros autores nipones en inglés, español
y otros idiomas continúa a un ritmo estable. En este contexto, ya han visto la
luz otras obras de Cixin Liu – The
Wandering Earth, La Esfera Luminosa
–, del mismo Ken Liu – La Gracia de los
Reyes, El Muro de las Tormentas, El Zoo de Papel y Otros Relatos –, de
Ted Chiang – su segunda antología titulada Exhalation
–, diversas antologías como Planetas
Invisibles y Japón Especulativo,
y Marea Tóxica del joven Chen Qiufan.
Todas han abierto el apetito del lector de ciencia ficción y fantasía
occidental por descubrir las visiones de los autores orientales.
Planetas
Invisibles es quizás la mejor introducción al respecto. Publicada hace un par de
años en español por el sello Runas, rápidamente alcanzó renombre como una de
las mejores antologías del año e incluso se granjeó alabanzas de autores tan
destacados como Rodrigo Fresán. Los relatos incluidos en dicha antología
presentan un amplio rango de lo que es la ciencia ficción y la fantasía china,
y fueron devorados por los lectores, quienes inmediatamente comenzaron a enviar
correos electrónicos y mensajes a Ken Liu – su editor y traductor en inglés –
solicitando un segundo volumen. En realidad, tales peticiones no hacían falta ya
que Liu y compañía ya trabajaban en un segundo volumen que acaba de ser
publicado en inglés bajo el título Broken
Stars, una continuación antológica de autores chinos incluso más amplia que
la de Planetas Invisibles.
Broken
Stars tiene una extensión del doble de la primera colección de relatos y
presenta al doble de escritores. Si bien están los infaltables Cixin Liu, Xia
Jia, Hao Jingfang y Chen Qiufan, también hay una serie de escritores que no
formaron parte de Planetas Invisibles,
pero que ahora se acercan un poco más a occidente, algunos incluso publicando
en inglés por primera vez: Han Song, Gu Shi, Baoshu. En sus casi 500 páginas,
este volumen nos guía a través de un entramado de diversos estilos y temáticas.
Hay ciencia ficción dura, cyberpunk, fantasía científica, space opera, historia china alterna, sátira con alusiones
históricas y contemporáneas, y Chuanyue,
una suerte de relato histórico a través del viaje en el tiempo, focalizado
específicamente en la historia y la cultura china.
Xia Jia se mueve en aquel universo
donde muchas de sus historias toman lugar, La Enciclopedia China, locación
donde inteligencias artificiales omnipresentes confrontan al ser humano con su
propia naturaleza, donde la tradición y la modernidad no son opuestos binarios
sino que se entrelazan y se desarrollan en una complicada danza. Cixin Liu
aporta una historia donde el científico protagonista recibe mensajes desde el
futuro con planes específicos para salvaguardar la sobrevivencia humana,
mensajes que se contradicen entre sí y ante los cuales el científico debe
elegir. Tang Fei aporta la historia que
da nombre a la antología, un cuento corto de difícil clasificación y que gira
en torno a una estudiante quien ha perdido a su madre, pero la recupera en
sueños como un fantasma pálido antes de descubrir la verdad y enfrentar la
oscuridad una vez que todas las estrellas se han apagado.
El más afamado y reconocido autor de
ciencia ficción china, Han Song, contribuye con dos pequeñas joyas con su
estilo acumulativo, de oraciones
extensas y párrafos que amenazan con desbordarse como el paisaje mismo de la
China moderna. El primero de estos se mueve en el territorio de la fantasía
científica y el encuentro de dos razas humanas, terrestre y acuática, y su
imposible conexión. El segundo es un relato ucrónico donde el escritor J. D.
Salinger juega un papel fundamental a través de sus novelas en una historia
alternativa de conquista coreana. Chen Jingbo, editora de libros infantiles,
deja ver su maestría en el campo de la fantasía a través de una adaptación del
mito griego de los delfines y la historia de Arion, hijo de Poseidón y Deméter.
Hao Jingfang, ganador del premio Hugo por su novela corta Entre los Pliegues de Pekín, vuelve sobre la misma temática a
través de la historia de un tren que es capaz de moverse a través de realidades
paralelas, ahorrando tiempo que sus usuarios pueden usar de diversas formas.
Las fábulas de Italo Calvino hacen
eco en esta antología gracias a Fei Dao y su narración sobre un robot y su
fantástico viaje cuyo objetivo es recopilar la mayor cantidad de historias y
comunicarlas cuando vuelva a su hogar. De la misma forma, Un Yankee en la Corte del Rey Arturo
de Mark Twain influencia a Zhang Ran en su cuento Chuanyue sobre el viaje al pasado a fin de cambiar el curso de los
acontecimientos. El clásico de la ciencia ficción La Guía del Autoestopista Galáctico también encuentra cabida en las
narraciones orientales a través de El
Restaurant al Final del Universo de Anna Wu, cuento corto tan jocoso como
melancólico. El primer emperador de China es un ávido jugador de juegos de
computador en la narración de Ma Boyong quien, con mucho humor, teje un relato
lleno de referencias a la cultura computacional. Gu Shi presenta una historia
corta titulada Reflexión, de difícil
clasificación, pero que incluye una serie de elementos que vuelven sobre
algunas de las mitologías más antiguas de la humanidad: la profecía
autocumplida, la búsqueda de la identidad, el engaño. Regina Kanyu Wang
presenta una penetrante historia corta alrededor de las narrativas sobre las
que construimos nuestras vidas y que pueden terminar atrapándonos.
Todas estas historias y sus ideas
presentan un gran abanico de lo mejor de la ciencia ficción china, todas muy
parejas en su concepción, ejecución y calidad. Sin embargo, las joyas de este
volumen son la novela corta de Baoshu – quien debutara como el autor de La Redención del Tiempo, un spin-off de la Trilogía de los Tres Cuerpos de Cixin Liu –, y las dos narraciones
finales del joven Chen Qiufan. La primera de éstas es un hermoso relato
histórico donde se puede apreciar la habilidad de Baoshu para experimentar con
el tiempo, contrayéndolo, extendiéndolo, torciéndolo hasta quebrarlo y después
uniéndolo de diferentes formas. Esta vez es un recorrido por la historia china
del siglo XX, sus guerras internas y externas, sus pérdidas y reconstrucciones,
sus revoluciones y la sangre, todo a través de la historia de encuentro,
desencuentro y reencuentro de una joven y un joven chino, envuelta en la
belleza de la poesía Pushkin, el maestro ruso. Por otro lado, Chen Qiufan
presenta dos relatos punzantes, el primero sobre el absurdo existencial de la
vida tecnológica en China a través del creador accidental de un app que realiza milagros llamado Budagrama. El segundo, es un compendio
de enfermedades futuras donde el autor, con una elevada dosis de sarcasmo,
explica como éstas destruyen poco a poco el tejido de la sociedad. Entre ellas
es posible encontrar el Síndrome IPad, la Estética de la Imitación de la
Enfermedad, la Destrucción de la Personalidad Controlada, las Elegías Mellizas,
los Neojóvenes, el Crónosentido Caótico y la
Dependencia/Abstinencia Ritual, todos relatos que trazan claros paralelos con
fenómenos actuales como la generación que exige seguridad y protección ante
todo, los millenials, los movimientos
New Age, la creación de géneros por
doquier a fin de satisfacer deseos individuales muchas veces sin base
científica y un largo etcétera. El sarcasmo de Qiufan brilla en el último tramo
de la antología.
Al igual que Planetas Invisibles, Broken
Stars cierra con tres ensayos sobre la ciencia ficción china, su historia,
su fandom, su desarrollo a través de
las décadas, su papel en la cultura de masas y su entrada al mundo académico.
Estos son adiciones significativas y que, de cierta manera, ayudan a poner en
contexto las historias cortas que el lector acaba de leer. Como antología, Broken Stars no solamente continúa el
camino trazado por su predecesora sino que amplía la dimensión de los relatos y
la gama temática de sus autores. Constituye otra mirada en profundidad a lo que
China ofrece a la ciencia ficción y sus subgéneros, un fenómeno que parece
tomar fuerza año tras año y cuya influencia ya ha comenzado a sentirse en otros
ámbitos además del literario. Después de las antologías y las novelas
mencionadas, es claro que material y calidad hay de sobra. Esperemos que los
editores continúen mostrando el mismo interés y la misma energía durante los
años venideros. Al menos en español, estamos seguros que el sello Runas se hará
cargo de este volumen.
Isaac Civilo
B.
Broken Stars
Ken Liu
Tor
482
páginas
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