Reseña Cine: It Capítulo Dos


It: Capítulo 2

Tras el éxito rotundo de la primera parte, tanto de público como crítica, el capítulo dos de IT era uno de los estrenos más esperados del año. Las diversas adaptaciones cinematográficas y televisivas de otras obras de Stephen King que han llegado a ambas pantallas de forma casi ininterrumpida desde hace un par de años no hizo sino aumentar la expectación y la duración de casi tres horas de la cinta auguraba un festín para aquellos que deseaban deleitarse en una nueva recreación de calidad de un libro emblemático en el catálogo del escritor estadounidense.

La primera película, cuando sus protagonistas eran niños, manejaba inteligentemente las diferentes variables con las que debía lidiar. Más que un simple monstruo que atormentaba al grupo de menores, Pennywise era la fiel representación del dolor y los miedos que vienen de la mano con el paso a la pubertad y una serie de traumas que marcarían a los chicos de por vida: el abuso paternal, la sobreprotección maternal, el bullying, la inseguridad, el rechazo, el despertar sexual y el primer encuentro con la muerte de un ser querido, entre otros. Había un tratamiento sutil de estas situaciones que se imponía con creces a la sangre y los monstruos que casi obligatoriamente deben figurar en pantalla por estos días. En resumen, podía decirse que aquel primer capítulo fue un justo triunfo.

Al comenzar el capítulo dos, es claro que muchos de tales traumas se han proyectado a la adultez de sus personajes. Lejos de dejarlos en el pasado, éstos parecen haberse instalado en sus vidas. Obviamente esto obedece al regreso cíclico de Pennywise al pueblo de Derry 27 años después y con él, los antiguos miedos. La promesa de la niñez, y una amenaza velada, arrastra a los adultos de vuelta al pueblo a fin de hacer frente al payaso y liberarse de lo que parece una condenación de por vida. Por supuesto, los traumas de la infancia los perseguirán tanto tiempo como el monstruo exista. La única opción es destruirlo.



Desde el comienzo es posible apreciar cómo el ritmo más pausado de la primera entrega se acelera casi sin concesiones y se extiende por el resto de los casi 170 minutos de metraje. En esto hay más televisión que cine y quizás la influencia de los gigantes del streaming ha jugado un papel importante a la hora de abandonar la dimensión psicológica de la primera parte en pos de un desarrollo más estridente, mucho más demostrativo que sugerente. Por supuesto, existen buenos momentos ahí donde la cinta se toma un respiro y vuelve a la niñez de sus protagonistas y a su fragilidad a través de numerosos flashbacks, recurso algo repetitivo, pero que al menos apuesta por las necesarias pausas. De la misma forma, el humor se torna bastante predecible y lejos de proveer alivio en los momentos de tensión, parece interrumpir el flujo de la narrativa en una apuesta bastante más liviana que su entrega anterior.


El énfasis claramente está puesto en un producto que apunta más a satisfacer las expectativas de los seguidores que a desarrollar una propuesta que se distancie del cine más convencional, el logro principal del capítulo uno. Esta segunda parte cae, por momentos, en ese terror planificado al dedillo que busca el consabido jump scare y privilegia las explicaciones por sobre la proposición sutil, cuya estructura presenta una lógica y un orden que guía la narrativa hacia giros que pierden su sorpresa de antemano. Hay un constante tira y afloja entre esto y aquellos pasajes que recurren a las herramientas empleadas en la primera parte. En sus ganas por escapar de la fórmula del mercado, el capítulo dos de IT acaba siendo una suerte de rendición a las expectativas del público y al mismo tiempo un esfuerzo por regresar a un relato que desea recobrar aquella historia mínima, pero más misteriosa, sobre una niñez quebrada.

Por ende, no se puede calificar a esta segunda entrega como una mala película. Es una experiencia entretenida, pero sin duda más masiva y ligera, que se aproxima más a la cinta convencional de terror que al territorio más inquietante y aterrador que cintas como The Babadook, La Bruja, El Faro o Ich Seh Ich Seh han explorado con éxito, distanciándose de una fórmula que hace mucho agotó el poco potencial que poseía.

Isaac Civilo B.

IT: Capítulo Dos.
Andy Muschietti
Estados Unidos
2019
169 mins.

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