Reseña Cine: El Camino: Una Película de Breaking Bad
El Camino: Una Película de Breaking
Bad

Con el excelente retrato del díscolo abogado Saul Goodman ya acercándose
a su final, la cinta El Camino: Una
Película de Breaking Bad llega a la pantalla chica con un timing perfecto. Han pasado siete años
ya desde la muerte de Walter White y la próxima temporada de Better Call Saul demora demasiado en
llegar. Esto levanta el cuestionamiento sobre la validez de esta película. ¿Es
simplemente un relleno innecesario o una propuesta de validez propia? En
realidad se mueve en un terreno intermedio entre el cine arte – cosa que no es
– y las películas desechables – que tampoco es –. Tiene algunos tintes
independientes aunque también cabe preguntarse cuán independiente puede ser una
secuela de una de las series más famosas y premiadas de la historia.
El relato parte momentos después del final de Breaking Bad cuando Jesse Pinkman (Aaron Paul) escapa a toda
velocidad de la escena del tiroteo final todavía herido, digiriendo la tortura, su largo confinamiento y la revelación sobre la muerte de su exnovia Jane. Hay
una frenética búsqueda por Jesse aunque Gilligan – ahora en función de
guionista y además director – tiene el criterio suficiente de no concentrarse
en ella y transformar la cinta en una producción de persecución. Por el
contrario, la narrativa se desenvuelve en torno a Pinkman, su escape y cómo
lidia con la inmensa carga de saberse delincuente, fugitivo y cuasi asesino. Es un relato en clave menor que rescata lo que se tiende a pasar por alto en Breaking Bad: cuán importante es el ritmo narrativo pausado, el silencio y el carácter reflexivo de su propuesta. Por supuesto, las dos horas de metraje están plagadas de referencias a la serie,
a ratos casi un desfile obligatorio de los personajes más icónicos de ésta. Sin
embargo, Gilligan nunca ha sido un guionista que acumule sin sintetizar. Cada
una de las apariciones es tratada con la finura necesaria. El relato es de gran
pulcritud, siguiendo la misma senda de todo lo construido durante las
temporadas de la serie de televisión. Ni siquiera el uso de numerosos flashbacks se siente sobreexplotado, por
el contrario, pasa a ser uno de los mejores elementos de la cinta en un
excelente ejemplo de ritmo y economía narrativa.

Hace pocos días, el mismo Vince Gilligan indicó que la película era
innecesaria, una carta de despedida que quizás pueda guardarse en un cajón bajo
decenas de otros papeles para nunca más ser leída. Sin embargo, si realmente es
una carta de despedida, debe agradecerse la inmensa calidad de su propuesta, su
consecuencia con la serie original y el cuidado que su equipo ha impreso en
ella hasta el más mínimo detalle. Quizás El
Camino nunca alcance a situarse cerca de Breaking Bad o Better Call
Saul en términos de recepción o audiencia, pero es muy posible que el
tiempo la ubique con justicia en el lugar que merece y que, cuando la audiencia
mire atrás después de años, sea parte del cuerpo de un producto duradero en la
cultura popular.
Isaac Civilo B.
El
Camino: Una Película de Breaking Bad
Vince
Gilligan
Netflix
2019
125 mins.
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