Reseña: Viaje al País de la Cuarta Dimensión de Gastón de Pawlowski
Viaje al País de la Cuarta Dimensión

Crítico literario, narrador,
reportero deportivo y fundador de la Union
Vélocyclopédique de France,
Pawlowski originalmente publicó Viaje al
País de la Cuarta Dimensión en 1911 de forma episódica en la revista Comœdia, después en forma de novela en
1912 y después en 1923, en una nueva edición donde repasaba la influencia de
las teorías de Einstein en su obra. Para entonces, el científico ya había
publicado su Teoría de la Relatividad que presentaba el tiempo justamente como
una cuarta dimensión. Además, el autor publicó diferentes artículos, cuentos y
crónicas en la revista antes mencionada, muy a menudo de corte satírico como la
ya publicada en español Nuevos Inventos y
Últimas Novedades.
Viaje
al País de la Cuarta Dimensión posee también dicho humor, pero en
el contexto de una obra muchísimo más ambiciosa. La novela podría inscribirse
en una suerte de ficción ensayística no alejada de muchas de las obras del
genio polaco de la ciencia ficción Stanislaw Lem. Aquí también hay un narrador
quien describe la visión del futuro de la humanidad esclavizada en las tres
dimensiones que conocemos tras su regreso del País de la Cuarta Dimensión. Hay
mucha especulación científica y mucha filosofía en las casi 250 páginas del
libro, pero de ninguna manera se convierte en una obra densa y morosa. Por el
contrario, la prosa de Pawlowski es tan fluida y el humor que usa es tan
liviano que la lectura es rápida y chispeante.

A través de sus páginas el lector
asiste a una serie de desarrollos futuros que rayan en lo sobrenatural. Hay
mutaciones humanas y animales, transformaciones físicas y espirituales,
microbios de tamaño doméstico, vegetales modificados, organismos automatizados,
tecnologías que materializan los sueños y los deseos, fuerzas invisibles,
avances científicos que permiten una inmersión constante en los recuerdos y la
posibilidad de traspasar el alma de los humanos a plantas o animales. Pero nada
de esto es simple imaginería vacía. Pawlowski enlaza todos estos fenómenos a
ideas filosóficas y a un agudo análisis social y cultural, a veces con gran
aliento humanista, a veces con la sátira despiadada. Aun más, muchas de estas
ideas encontraron eco en la literatura, en la pintura y en el cine del siglo
siguiente, y es posible que lo sigan encontrando en el futuro. En esto,
Pawlowski conecta directamente con el autor polaco maldito Stefan Grabinski.
Sin haber sufrido una existencia tan sombría, el francés ha sido capaz de
sembrar semillas que germinarían en diferentes disciplinas artísticas de la
misma forma que Grabinski lo lograra en la misma década.

Después de más de un siglo, Viaje al País de la Cuarta Dimensión
impacta por la actualidad de algunos de sus planteamientos. En el impresionante
tapiz de su imaginería proporciona profundas reflexiones sobre la sociedad, la
relación del poder con las civilizaciones, la pérdida de la espiritualidad, la
deshumanización provocada por la automatización, la funesta pérdida de la
tradición, y la esclavitud. El estilo de Pawlowski y su humor son de tal finura
que leer dichas ideas no transmite la pesada gravedad con la que muchos otros
textos sobrecargan a sus lectores. Su dimensión visionaria, sin duda, la separa
de aquellas obras de ciencia ficción enfocadas en la aventura y la evasión. Su
recuperación no es sólo bienvenida, sino necesaria para que las nuevas
generaciones entiendan el alcance de este género.
Isaac Civilo B.
Viaje
al País de la Cuarta Dimensión
Gastón
de Pawlowski
Hueders
2019
244
páginas
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