Gigamesh Reedita Qué Difícil es Ser Dios de los Hermanos Strugatski

Los hermanos Arkadi y Borís Strugatski son considerados los más grandes escritores rusos de ciencia ficción, un logro no menor considerando que el país eslavo tiene una larga historia de brillantes escritores en éste y otros géneros. Debido a la represión y censura comunista durante las décadas de El Telón de Hierro, muchas de sus obras no llegaron a Occidente o lo hacían en traducciones fallidas desde un tercer idioma.

Después de la caída del régimen de la antigua URSS, las obras de los Hermanos Strugatski gozaron de mayor difusión y los trabajos que no habían podido ver la luz del día - como por ejemplo Ciudad Maldita - por fin encontraron su camino a los lectores. Con seguidores de la talla de Stanislaw Lem y Ursula K. Le Guin, Arkady y Borís firmaron algunas de las más memorables obras de ciencia ficción a nivel mundial. Lejanas al árido cientificismo de muchos escritores anglosajones, éstas se movían en un terreno casi netamente humanista y filosófico en la vena de Solaris del mismo Lem. En ellas se encuentran profundas disquisiciones filosóficas y morales, además de personajes memorables y una aire ruso que heredaron de los grandes clásicos literarios de dichas tierras. Incluso su obra Picnic Extraterrestre (Roadside Picnic) fue la base para su trabajo como guionistas en la monumental adaptación del maestro ruso Andrei Tarkovski en su cinta Stalker.

Por lo tanto, no es sorpresa que la editorial especializada Gigamesh reedite el próximo cinco de Diciembre otra de las obras maestras de los Hermanos Strugatski: Qué Difícil es Ser Dios. Publicada originalmente el año 1964 y con una serie de adaptaciones a distintos medios - entre las que se cuenta la soberbia película de Aleksei German -, el volumen narra la misión encubierta de Don Rumata en un planeta que no ha avanzado desde la Edad Media y donde él como otros observadores, a pesar de contar con herramientas avanzadas, tienen prohibido intervenir en el desarrollo de la sociedad. La novela explora las relaciones entre el progreso y su naturaleza cruel, la religión, la ciencia y los mecanismos de opresión. 

La edición será publicada bajo el alero de la colección Breves de Gigamesh, con una extensión de 344 páginas en tapa blanda.

"La novela más universal de los maestros de la ciencia ficción rusa.

Don Rumata de Estor es un aristócrata con una posición de privilegio en la corte de Arkanar, un prohombre cuya compañía es tan codiciada como su alcoba y de quien se cuentan hazañas milagrosas. Pero mientras que se desenvuelve con soltura entre duelos e intrigas palaciegas, se siente impotente a la hora de entender los mecanismos de represión que embrutecen el reino. Y su tragedia personal es que, como observador, sabe que no puede ni debe influir en el curso de los acontecimientos.

Disfrazada con desfachatez de novela de intriga y aventuras, y tan ágil como chispeante en ese sentido, Qué difícil es ser dios (1964) se abre ante el lector como una muñeca rusa, revelando capas y más capas de sugerencias y connotaciones que la han convertido en una de las cumbres de la literatura soviética. Ofrece un análisis certero sobre el totalitarismo y, a la vez, una reflexión vívida e incisiva sobre el papel que, como su personaje, se veían obligados a representar los propios autores para sortear la censura. Un clásico complejo y apasionante que presentamos en todo su esplendor en su primera traducción directa del ruso al castellano.

«Un libro soberbio en todos los sentidos» - Ursula K. Le Guin"

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