Valdemar Reedita La Pata del Mono y Otros Cuentos Macabros

Es difícil imaginar que Valdemar, la editorial española especializada en terror, ya lleva casi treinta años publicando joyas en este género y en otros. La colección Gótica es, por lejos, la más longeva de todas sus series - 118 volúmenes hasta el día de hoy - y, por supuesto, en sus comienzos muchos de esos volúmenes iniciales eran una real apuesta para la entonces joven editorial.

Ya consolidada como el sanctasanctórum del terror en lengua española, y además de continuar publicando hermosos y esenciales volúmenes, Valdemar también se destaca por tener una cercana relación con sus seguidores. Producto de ésta, la editorial también se preocupa de reeditar aquellos volúmenes publicados hace décadas - ahora descatalogados - para sus más jóvenes adeptos.

De esta manera, el próximo 1 de Febrero, Valdemar rescatará el número 36 de su colección Gótica, La Pata del Mono y Otros Cuentos Macabros del escritor inglés William Wymark Jacobs. Publicado por primera vez en dicha colección hace exactamente 20 años, esta antología vuelve a presentar una de las narraciones más icónicas del terror sumada a un grupo de historias cuya calidad y profundidad incluso atrajo al genial G. K. Chesterton.

La edición llegará en su ya clásico formato de tapa dura con una nueva ilustración de portada y una extensión de 352 páginas.

"William Wymark Jacobs nació en Londres el 8 de septiembre de 1863, y aunque hoy es recordado sobre todo por ser el autor de The Monkey’s Paw (La pata de mono) -una pieza perfecta e irrepetible de la literatura de terror, donde la premonición y la fatalidad interpretan una desenfrenada danza macabra-, fue considerado en su tiempo como el mejor escritor de humor en lengua inglesa. Sus primeros trabajos aparecieron publicados en la modesta revista Blackfriars Magazine, sufragada por el departamento de Correos donde trabajaba. En 1896 aparece su primera colección de historias cortas, Many Cargoes, y se convierte en un éxito inmediato. La crítica coincidía en que el nuevo autor sabía administrar a la perfección la dosis justa de emoción en sus cuentos. Los relatos de terror aquí reunidos hacen gala de un lenguaje tan directo como efectivo: la minuciosa descripción queda relegada en favor de la fluidez de la trama, y el autor parece disfrutar desconcertando al lector siempre con un final inesperado. Los cuentos de Jacobs van más allá del terror, como dijo Chesterton, para ser, sencillamente sobrecogedores. El terror adopta en estos relatos una forma cotidiana, y surge en la vida de sus personajes convertido en obsesión, remordimiento o en oscura premonición de un destino trágico, lo cual los hace más verosímiles y cercanos."