Reseña TV: Avenue 5
Avenue 5


La tripulación es profesional: el
capitán Ryan Clark (Hugh Laurie), su séquito de ayudantes, el jefe de servicio
al cliente, el multimillonario emprendedor dueño de la nave, el personal de su
empresa en la Tierra. Todos dan la perfecta apariencia de profesionalismo y
confiabilidad hasta que debido a un problema técnico el itinerario de seis
meses a bordo del crucero se convierte en tres años. Desde ahí en adelante, las
apariencias se esfuman y los episodios se convierten en una montaña rusa de
revelaciones desagradables. Hay problemas con la gravedad de la nave, hay
muertos cuyos ataúdes orbitan la nave debido al campo gravitatorio de ésta, hay
matrimonios en crisis, las ayudantes del capitán se revelan cuán
pasivo-agresivas son, la tripulación de la nave resulta ser falsa, hay una
pasajera adicta al control y el multimillonario emprendedor resulta ser un
megalómano infantil cuyas decisiones vuelven constantemente sobre el marketing,
la publicidad y la chabacanería. En la Tierra, las cosas no van mejor. Ante la
catástrofe, los planes de rescate se tuercen. Hay conflictos con la NASA, se
montan falsas protestas con extras, la imagen pública del proyecto se hunde.
Todos estos son solamente un puñado
de las pequeñas miserias que sus personajes experimentan. Cada episodio trae
nuevas revelaciones sobre sus protagonistas, muchas de ellas rayanas en lo inaceptable,
políticamente hablando, y a medida que los minutos pasan, las perspectivas no
hacen sino empeorar. Iannucci y su equipo vuelven sobre el ritmo vertiginoso de
Veep.
Ahí están sus diálogos rápidos, cercanos al absurdo, los movimientos de
cámara equívocos, el montaje veloz, las personalidades esquizoides y
manipuladoras. En fin, todo aquello que le ha valido al guionista y escritor
escocés la aceptación del público. Hay mucha inteligencia y un muy corrosivo
sentido del humor en el guion. Hay poco reparo en tocar temas considerados
sensibles hoy en día y siempre se agradece algo de incorrección política en el
clima reinante.
Sin embargo, el estilo característico
de Iannucci entraña sus propios inconvenientes. El ritmo, por momentos, es tan
vertiginoso que se extraña la necesaria pausa para digerir lo expuesto. Los
diálogos y las bromas vuelan sin posibilidad de ser asidos por el espectador. Durante
algunos instantes, hay numerosos puntos de vista y diferentes líneas narrativas
haciendo que la historia raye en la confusión. Se extraña algo más de
contención y tiempo para caracterizar a ciertos personajes que pueden parecer unidimensionales.
Si sus seguidores están dispuestos a subirse a un tren que avanza a tal
velocidad, poco empañará lo que la serie ha demostrado hasta el momento, con un
humor desenfadado y una historia que se encuentra al borde de alguna locura
cósmica al final de cada episodio.
Sin duda, un proyecto de este estilo
es algo arriesgado por parte de HBO y sin la fama y los logros de su creador,
difícilmente podría haber obtenido la luz verde. Avenue 5 es un producto bastante singular, un mezcla entre aquellas
disparatadas propuestas cinematográficas de la ciencia ficción B de los 70, con
algo de Douglas Adams y su Guía del
Autoestopista Intergaláctico, y una pizca de WALL-E. Es decir, una combinación que podría prodigar más de algún
momento notable ahora que la serie comienza a tomar su rumbo.
Isaac Civilo B.
Avenue
5
HBO
240
minutos
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