Reseña: Perfidia de James Ellroy
Perfidia

Lo anterior impresiona más desde el
momento en que el lector se percata de que lo que tiene entre manos es una
novela de casi 800 páginas, prácticamente el doble de cualquiera de las novelas
del cuarteto original y que además se plantea como el comienzo de la secuela a
dichas novelas y también a La Trilogía
Americana – América, Seis de los Grandes, Sangre Vagabunda –, de esta manera
formando un relato que abarca 31 años de historia, uno de los más ambiciosos en
muchas décadas. Perfidia arranca en
1941, con la Segunda Guerra Mundial en marcha, con Estados Unidos al borde de
dar el paso definitivo hacia ella, a la espera de un pequeño empujón que será
el ataque japonés a Pearl Harbor. La atmósfera inmaculada, pero tensa, donde
miles de japoneses han encontrado refugio estalla. Sin embargo, un día antes
del ataque, el departamento de policía de Los Ángeles descubre el asesinato de
los cuatro integrantes de una familia nipona. Esto no hace sino convertirse en
la antesala del estallido y poner en marcha todas las piezas que Ellroy moverá
a través de este inmenso tablero.

La interacción entre la inmensa
galería de personajes de Perfidia
funciona como un intrincado trabajo de relojería donde cada pieza gira en
perfecta armonía con el resto y también con el inmenso fresco donde se
desarrollan sus acciones. El asesinato de la familia japonesa y el bombardeo
sobre Pearl Harbor son la punta del iceberg. La corrupción permea la ciudad
desde la alcaldía misma, está la amenaza del Comunismo, hay agentes dobles,
redes de prostitución, planes eugenésicos entre la población oriental, el odio
inmortal entre chinos y japoneses, millonarios beneficios envueltos en torcidos
planes de bienes raíces, la creciente sombra de la Guerra Fría una vez la Gran
Guerra acabe. Es decir, un mundo que contiene todos los ingredientes para que
los malos progresen. Muy a menudo se salen con la suya y eso les abre puertas
incluso mayores.
A diferencia de sus anteriores
novelas, Ellroy opta por un formato incluso más concentrado. Sus casi 800
páginas se concentran entre el seis y el 29 de diciembre de 1941, es decir, 23
días donde su torrencial estilo telegráfico, de frase corta y adjetivo
cortante, encuentra un terreno fértil por donde avanza incluso con más ímpetu –
si es que eso fuera posible – en una carrera donde los eventos se desenvuelven
con precisión tal que es imposible encontrar un solo gramo de grasa en sus páginas.
No hay respiro como tampoco espacio para el bien o el perdón, aunque su prosa
siempre deja un pequeño espacio por donde el amor y una posible redención hacen
acto de presencia.
Los cinco años que pasaron desde su
novela anterior no han sido en vano. James Ellroy ha logrado lo que parecía
imposible: perfeccionar su estilo, entregar una obra de la mejor cepa y que, de
paso, empequeñece sus mejores trabajos, lo que es ya mucho decir. Su estructura
más comprimida, sus personajes tan grandes como la vida misma, su estilo si
cabe incluso más refinado, la construcción de un mundo totalmente verosímil y
el exquisito balance entre cada elemento de la novela convierten a Perfidia no sólo en un regreso triunfal
sino también en la confirmación de lo que Ellroy siempre indicó, ser en la
novela negra lo que Tolstoi es a la literatura rusa y Beethoven a la música. Una novela inmensa, negra como la noche más
oscura, grandiosa y el comienzo de un nuevo cuarteto que se vislumbra como una
cumbre literaria.
Isaac Civilo B.
Perfidia
James
Ellroy
Literatura
Random House
784
páginas
Comentarios
Publicar un comentario