Reseña: La Voz de las Espadas de Joe Abercrombie
La Voz de las Espadas
Para los seguidores de la fantasía
más oscura y violenta, el nombre de Joe Abercrombie podría no ser tan
instantáneo como los de George R. R. Martin, Steven Erikson, Glen Cook, Stephen
Donaldson o el legendario Michael Moorcock, pero este autor inglés se ha
transformado en su heredero en poco más de diez años. Abercrombie irrumpió en
el mundo literario con la trilogía de La
Primera Ley: La Voz de las Espadas,
Antes que los Cuelguen y El Último Argumento de los Reyes. Las
tres fueron alabadas por el mismo Martin y otros autores de tanto peso como
Robin Hobb y Patrick Rothfuss.
Desde entonces, el inglés ha
publicado varias antologías de relatos, la trilogía de El Mar Quebrado – Medio Rey,
Medio Mundo, Media Guerra – y actualmente se encuentra de vuelta en el mundo de La Primera Ley con su nueva trilogía La Edad de la Locura cuyo primer
volumen, Un Poco de Odio, ya se ha
publicado en español. Es decir, por derecho propio, se ha consolidado como uno
de los mejores y más consistentes autores de la fantasía Grimdark.
Los elementos sobre los que ha
cimentado su carrera ya se encontraban presentes en su primera novela, La Voz de las Espadas. Lo suyo son los
mundos brutales de fuertes contrastes. Imperios que se han extendido a través
de regiones completas, pero en cuyos bordes han dejado a ciudades que viven en
la pobreza y la escasez donde pequeños gobernantes han instaurado reinados
crueles, despóticos. Por supuesto, la construcción de mundos, requisito
esencial del género, está ejecutado de manera casi perfecta, dotando a la
trilogía de profundidad y detalle.
Sin embargo, donde realmente destaca
el autor es en sus personajes. En este aspecto, Abercrombie se mueve a lo largo
de líneas similares a los escritores nombrados anteriormente. Quienes pueblan
sus relatos son personas complejas, ambiguas, capaces de los actos más crueles
que ejecutan con la mayor sencillez, pero también de nobleza y gallardía. A
esto es necesario agregar una fuerte dosis de humor negro y cinismo. El
resultado son personajes entrañables y repelentes por igual. Incluso los
secundarios exhiben una cantidad de matices que los hacen más complejos de lo
que el lector esperaría tras una primera impresión. Hay algo casi dickensiano en la forma en que
Abercrombie se sumerge en las capas más bajas de la sociedad para dotar a sus
personajes de luces y sombras. Por supuesto, no es tan genial como el creador
de Oliver Twist, pero aun así es una
de sus mejores herramientas estilísticas.
Acá está Logen Nuevededos, un bárbaro
norteño sangriento, asesino de centenares, quien acaba de perder a sus amigos y
tiene dificultades para conciliar su pasado y su presente. Y es capaz de
invocar a los espíritus quienes le indican que su viaje al sur debe ser
pospuesto en pos de la búsqueda de uno de los magos de épocas inmemoriales. En
el sur está la Unión, y el capitán Jezal dan Luthar, aristócrata que se ha
dedicado al esgrima durante gran parte de su vida y que intenta escalar lo más
alto posible en el ejército. Sin embargo, los ecos de la guerra llegan a la
ciudad y se le prepara rudamente para asumir el mando en el conflicto. En las
calles de la misma ciudad, la inquisición se mueve con oscuros designios, y su
inquisidor más temido, el tullido Glotka. Quizás el personaje que más brilla en
esta primera parte, es un concentrado de cinismo y crueldad. Tras dos años torturado
en las mazmorras de los enemigos de la Unión, ha perdido el movimiento parcial
de su pierna, sus dientes delanteros y su juvenil imagen aristocrática de
aquellos días en que pertenecía al ejército y se movía en el terreno del honor
y la lealtad. La amargura de su existencia es templada solamente por la ironía
y la brutalidad. Y por una insospechada humanidad.
Las vidas de estos tres personajes,
sin embargo, se verán trastocadas por la aparición de Bayaz, quien se presume
es el primero de los magos que ha regresado para ocupar su asiento en el
concilio de la Unión, y más importante aún, para hacer frente a las amenazas
veladas que el imperio enfrentará. A diferencia de muchos otros magos sabios
del género, Bayaz es imponente y orgulloso, fogoso incluso, pero bajo estas
características, se vislumbra una sabiduría señorial nacida en el albor de los
tiempos.
Además de estos, existe una amplia
gama de personajes secundarios muy bien delineados quienes son un aporte a cada
capítulo de la novela. Y es que son necesarios considerando que las casi 800
páginas de esta primera parte presentan a algunos de sus personajes viajando a
la Unión y a otros que ya están ahí, establecen la situación y vislumbran los
conflictos que explotarán en los volúmenes siguientes.
Todo esto, que para algunos podría
parecer poco, es llevado a cabo con gran maestría. La novela nunca se siente
pesada, al contrario, a pesar de que la gran guerra sólo se vislumbra en un
lejano horizonte, no hay respiro a través de sus capítulos. Las intrigas
políticas, algunos duelos sangrientos, la llegada tenue de la magia, el mundo
creado con rico detalle y especialmente la densidad de sus personajes son
suficiente para lograr un debut sólido en extremo y que fue el primer paso en
una carrera que sigue dando que hablar.
Isaac Civilo B.
La
Voz de las Espadas (La Primera Ley 1)
Joe
Abercrombie
Alianza
752
páginas
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