Reseña: La Historia de tu Vida de Ted Chiang


La Historia de tu Vida

Después de Arrival, la excelente cinta de ciencia ficción de Denis Villeneuve, el nombre de Ted Chiang volvió al sitial que justamente había ganado gracias a su primera, y por entonces única antología de relatos cortos, sitial algo olvidado bajo las toneladas de páginas que se publican cada año y que se mueven muy por debajo de las cumbres que el autor de descendencia china prodigó en un puñado de cuentos. El año pasado, la publicación de su segunda antología, Exhalation, no hizo sino ratificar que en el formato corto pocos son los autores – y ninguno dentro del género de la ciencia ficción – que se acerque a las ideas y la profundidad de Chiang. 

Las historias de esta primera antología no solamente se llevaron los premios más importantes del género cuando vieron luz del día en diferentes revistas sino que la publicación misma de la colección volvió a ser galardonada con otra ronda de significativos premios. Ocho son los relatos contenidos en el volumen y, con cierto grado de variedad, todos transitan por terrenos cercanos a la excelencia. Algunas, incluso, más allá de dicho límite.

La Torre de Babilonia: El relato que abre la colección es un ejercicio narrativo donde Chiang vuelve sobre la historia de la Torre de Babel. En muchos aspectos, parece una historia surgida de las páginas de Borges, de aquellos cuentos donde el escritor argentino jugaba con mitos fusionándolos con prodigios tecnológicos y teorías que empequeñecían al ser humano en comparación. La Torre de Chiang llega hasta la bóveda del cielo. Es un impresionante logro tecnológico, detallado, y cuyos constructores son personas muy religiosas aunque siempre anteponen la ingeniería a las oraciones. Es un comienzo muy auspicioso que recoge muchos de los tópicos de la vena más optimista de la ciencia ficción.

Comprende: En apariencia un relato más simple sobre un hombre quien, tras sufrir un accidente, es sometido a un tratamiento experimental. Éste tiene resultados inesperados y nuestro protagonista comienza a desarrollar una inteligencia que lo acerca al estatus de superhumano. El desarrollo es tal que su percepción misma comienza a cambiar. Más interesante que la historia misma son las reflexiones de Chiang sobre el significado de ser humano y su naturaleza.

Dividido entre Cero: La protagonista de esta narración es, virtualmente, víctima de una epifanía donde comprende que las matemáticas no sólo son inconsistentes sino que carecen de sentido. Formulación tras formulación, desciende un camino que solamente puede desembocar en la locura de la total falta de sentido. Por un lado, es un relato bastante técnico con referencias a muchos grandes científicos. Sin embargo, los esfuerzos del esposo por traerla de vuelta a la realidad dotan a la historia de un contrapunto emocional intenso. Es una muestra de la manera en que Chiang mezcla cuestionamientos irresolubles con el drama y la tragedia.


La Historia de tu Vida: Es una de las joyas de la antología y la inspiradora de Arrival. Alienígenas de extraña estructura llegan a la Tierra con un idioma incluso más extraño que es la antítesis a la linealidad del lenguaje y el raciocinio humano. Sigue la expansión de la conciencia y una nueva comprensión del tiempo para la lingüista protagonista. Ciertamente es una muy original aproximación al tema del primer contacto, lejano a los clichés que vemos una y otras vez en ambas, la pantalla grande y la chica. Acá lo que prima es la comunicación – ciencia ficción lingüística –, la indagación en la naturaleza de las lenguas y su influencia en la percepción del tiempo y la realidad. La serie de recuerdos íntimos del futuro carga la historia con una emotividad casi desbordante que Villeneuve y su equipo rescataron con mucha fidelidad en la obra cinematográfica.


Setenta y Dos Letras: Es una muy original mezcla de la historia de autómatas y homúnculos – la creación de la vida y sus organismos ya formados en las células de sus progenitores – con la Cábala y sus postulados sobre la creación de la vida y el contacto con Dios, ambos dependientes de La Palabra –la capacidad creadora del lenguaje –. Además de sus interesantes ideas, es un relato bastante dinámico que incluso detalla escenas con algo de acción. Podría servir como base para alguna adaptación al cine.

La Evolución de la Ciencia Humana: Tres páginas solamente para describir la evolución de la ciencia gracias a los metahumanos y la caída en la obsolescencia por parte de los científicos humanos ya más preocupados de la recolección y la interpretación del material producido por sus superiores. Chiang, en las notas de la antología, cuenta que la famosa frase de William Gibson sirvió de inspiración: “El futuro ya está aquí, solamente no está repartido de manera homogénea.


El Infierno es la Ausencia de Dios: El relato más premiado de la antología. Es ciertamente otra de las joyas de ésta y puede considerarse como un relato de ciencia ficción religioso. La historia de Job es, sin duda, una gran influencia aunque con un final mucho más trágico que la original. Un hombre queda viudo por culpa de un milagro y debe lidiar con la pérdida e idear una manera de ascender para reencontrarse con su amada.  Aquí Dios existe más allá de toda duda y los Ángeles se materializan cada día a través de apariciones que producen milagros y muertes. Es una profunda reflexión sobre la naturaleza de la religión y la devoción, y la forma en que lidiamos con el dolor y la desesperación. El final es trágico y sobrecogedor a partes iguales.

¿Te Gusta lo que Ves? (Documental): La antología cierra con otra joya. Escrito con un registro documental de diversas entrevistas, la historia gira en torno a una nueva invención o suerte de discriminación – bastante ridícula – llamada Aspectismo. La belleza comienza a ser considerada discriminatoria en una universidad (cuánta similitud con los centros de estudio de hoy en día). El procedimiento conocido como la Caliagnosia suprime la percepción de la belleza facial y, supuestamente, su cualidad discriminatoria. Es notable la capacidad de Chiang para equilibrar los muchos diferentes puntos de vista desde quienes la apoyan o la rechazan de formas radicales, pasando por el sinsentido del afeamiento consciente, hasta posturas más conciliadoras. Acecha el fantasma de la corrección política y aquel progresismo que es capaz de sacrificar la estética, la belleza y los grandes logros humanos en pos de una igualdad que más tarde revelará su verdadera naturaleza dictatorial, una idea cercana al notable cuento corto Ruido de Connie Willis. Como indica uno de los profesores de literatura comparada entrevistados en el documental: “las personas que apoyan la Caliagnosia tienen buenas intenciones, pero lo que están haciendo es infantilizarnos. La propia idea de que la belleza es algo de lo que necesitamos ser protegidos es insultante. Lo siguiente será que una organización estudiantil insistirá en que adoptemos la agnosia a la música, para que no nos sintamos mal por nuestros escasos dotes cuando oigamos a buenos músicos o cantantes. Cuando vemos competir a atletas olímpicos, ¿acaso sufre su autoestima? Claro que no. Por el contrario, sentimos maravilla y admiración; nos inspira saber que existen individuos tan excepcionales. Así que, ¿por qué no podemos sentir lo mismo por la belleza? El feminismo desearía que nos disculpáramos por tener esa reacción. Quiere reemplazar la estética por la política, y en la medida que lo ha conseguido, nos ha empobrecido. Estar en presencia de una de las mayores bellezas del mundo puede ser tan emocionante como escuchar a una de las mejores sopranos del mundo. Los individuos dotados no son los únicos que se benefician de sus dones; todos lo hacemos. Privarnos a nosotros mismos de esa oportunidad sería un crimen.” Aun así, el fin del relato es algo tibio y uno de los poquísimos puntos algo criticables para una antología de lo mejor que el género puede ofrecer. El guionista de Arrival, Eric Heisserer, actualmente está trabajando en un guion basado en esta historia bajo el alero de AMC. Una interesante adaptación podría surgir de ello.

La Historia de tu Vida, publicada en inglés hace ya varios años, aún retiene el encanto y el filo que la transformaron en una obra de referencia y probablemente en la última antología de ciencia ficción de un nivel tan elevado, tanto así que hemos tenido que esperar varios años para que el mismo Chiang publicara en Exhalation otra compilación equivalente. De todas maneras es justo decir que ninguna de éstas tiene problemas para romper las barreras del género o de cualquier otro. Son historias al mismo tiempo expansivas, profundas, trágicas, irónicas y hermosas en su orfebrería, destinadas a morar en la mente del lector por mucho tiempo.



Isaac Civilo B.

La Historia de tu Vida
Ted Chiang
Alamut
235 páginas

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